Yo siento que las panquecas son parte de una niñez feliz, recuerdo que mi primera receta de panquecas me la dió mi abuela Tata, las hacia una y otra vez, la escribí en un libro y de tanto hacerlas el libro aún conserva restos de ingredientes, sin embargo algo curioso es que una y otra vez volvía a llamar por telefóno a mi Tata y reconfirmaba, son tantas tazas de harina Tata? seguro que esa es la cantidad de azúcar? no se sí lo hacía por el simple hecho de que mi abuela estaba allí siempre que la necesitaba, porque dudaba del resultado que tendría la preparación o simplemente porque me encantaba escuchar su voz... el caso es que mi receta de panquecas aún es la de mi Tata, y quedan riquisimas!
Me encantaba comer panquecas, más cuando las bañaba con la miel de los apiarios de mi Tío Vinicio, hermano de mi Tatá que se dedicó a sacar miel desde mucho antes que yo tuviera uso de razón por allá en La Victoria, Edo. Aragua. Por eso hoy, relaciono panquecas con la niñez y la alegría, las hago en casa para mi Diana con el mayor amor y cariño...la enseño a hacerlas, le compró la miel deliciosa del esposo de Julieta mi profesora de Yoga, que sabe tan maravillosamente divina como la de mi tío Vinicio...y además Daniel, mi pareja se anota en la onda de aprender a hacerlas y de consentirnos y ha creado panquecas con chocolate, mini panquecas, gorditas, esponjosas, bañadas con maple, con miel, con queso...y la última vez hizo unos aritos de cartón metalizados y los colocó en la sartén, vertió la mezcla y nos sirvió unas bellezas de panquecas que alegran la vida y la mañana de cualquier domingo, día ideal para hacer panquecas!
1 comentario:
Esto atenta contra mi dieta, quisiera pasarla por alto sin desearlo, peeeero creo me estoy mintiendo a mi misma, son una delicia, y esta provoca comercela y olvidase de la dieta¡'¡¡¡¡
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