La cocina neoespartana comienza en el mar, pero no nace solo del mar, es la conjugación de los productos del imponente padre y la tierra madre que da sus creaciones para que sus hijos los utilizan creando platos tan tradicionales que son parte de esta tierra desde siempre, no tienen una nacimiento concreto porque han sido perpetuamente insulares…un par de ejemplo de estas maravillosas preparaciones son las empanadas de cazón y las cachapas, no es de extrañar, se dice que los Guaqueríes eran acérrimos sembradores de maíz.
Antiguamente las cachapas se hacían para consumo de la familia o para regalarse a otras familias apreciadas, eran de tamaño grande y no muy delgadas,“En los tiempos pasados se hacían las cachapas con maíz criollo acabadito de cortar y se molía en piedras, que fueron desplazadas por las máquinas de mano de las conocidas con el remoquete de "corona", se tendían sobre hojas de plátano verde y con todo y hoja se cocinaban sobre aripos cercadeños, a fuego vivo de "chamizas" y no de leña gruesa ni de raja o penca como también se le decía.” Así nos cuenta José Joaquín Salazar…
Ahora las cachapas son más delgadas y no tan grandes, pero de igual forma son un orgullo, esto quiere decir que contra viento y marea se mantiene la tradición, claro ahora el maíz viene de tierra firme, ya hay muy pocas siembras de conuco, sin embargo suelen encontrarse cachapas de buen sabor y siempre me alienta pensar que llevamos un poco del pasado en nuestro tradicional gusto por esta preparación que nos halaga el paladar a casi todos.
Igualmente las empanadas de cazón pertenecen a Margarita desde tiempos inmemoriales, no se sabe a ciencia cierta como nacieron, ni de quien fue la idea, pero sin duda son tan famosas que las encuentra de una cuadra a otra, de esquina a esquina, en todos los pueblos y ciudades neoespartanas hay emapanadas de cazón.
Al respecto hay un escrito que explica claramente donde y como se hace una empanada de cazon: “Una mesita de mala muerte, un anafe cercadeño, un caldero mediano, una garrafa con manteca o con aceite de cocinar, la masa blanca o amarilla previamente acondicionada, uno o dos pañitos e igual número de recipientes bien limpios, un tenedor de cabo largo, el cazón en picadillo guisado de antemano, un saco con carbones para alimentar el fuego y una mujer con una enorme flor atrás de la oreja, es todo lo necesario para poner a marchar la empresa.”
Las empanadas más famosas son las de cazón guisado con un sofrito de cebolla ó cebollin, tomates y abundante ají dulce, coloreado de amarillo es el guiso preferido…sin embargo se encuentran empanadas tan diversas y creativas como el comensal las requiera, de carne molida o mechada, de queso, plátanos con queso, dominó, pepitonas, perico, jamón y queso, raya…en fin la lista es larga y se vuelve inagotable porque las empanaderas son mujeres tan amables que cualquier deseo gastronómico que requiera el comensal será concedido, estas mujeres tienen un alma fiestera y checherachera, alegran las mañanas, hablan sin parar, cantan, cuentan, cobran, las empanaderas típicas son unos personajes que expresan el sentir del pueblo en cada empanada, en cada cuento, en cada sonrisa.
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