sábado, 19 de noviembre de 2011

Hasta en la cocina el universo confabula

Libro de Trina Arocha
Cuando uno define el camino, aclara un sueño, se enfoca en una meta desde la verdadera esencia, el universo confabula para darte todas las herramientas para evolucionar, esto no quiere decir que no tendrás obstáculos, la vida no es una línea recta, es una diversidad de curvas, líneas y caminos. Lo que sí quiere decir es que, si ese es tu camino, las señales se evidencian, la información que necesitas llega, las personas adecuadas se hacen presentes, el aprendizaje se facilita y en la medida que vamos adquiriendo más conocimientos nos sentimos más confiados y seguros y se nos facilitan andar ese camino.

Les parece extraño que en un blog de gastronomía hablemos de metas y sueños y universos confabulados? No se extrañen así soy yo, para mí la cocina es el lugar perfecto para filosofar, conversar, tomar té, café, flor de Jamaica, vino o ron. En la cocina me siento cómoda y feliz, por eso quiero compartir con ustedes el regalo que me acaba de dar la vida...

Siempre e sentido pasión por la cocina, sin embargo me había distanciado de ella por diversos motivos, hace poco regresé a escribir, cocinar, documentar y experimentar un nuevo camino gastronómico, muy personal y sin ninguna intención de tener una estrella Michelin, o pertenecer a sociedades gastronómicas (sin ánimo de desacreditar su importante labor). Yo apuesto a la cocina sin "ego" y quizás eso es particularmente lo que me gusta porque no tiene el fin de brillar entre los renombrados chef que existen en la actualidad, y es precisamente allí donde comienza mi retorno, que es más interno que otra cosa, el brillo no hace falta, lo importante en mi caso es la conexión con el equilibrio y la armonía, el encuentro con la cocina amorosa, armónica, sana y dadora de vida.

Mis técnicas de cocina siempre han estado, la curiosidad por aprender más cada día también, investigar, documentarme, crear y compartir es parte de esta esencia, estoy en un nuevo comienzo personal, que es como deslastrarse de capas inútiles que ya cumplieron su función y caminar más liviana el día a día.

Para mí cocinar en esta tierra prodigiosa que es Venezuela, mantener vivas nuestras tradiciones, utilizar mejor los ingredientes para comer sano, responsabilizarnos por cuidar nuestro cuerpo y alimentarlo sanamente es parte de este camino que vengo cocinando y como el universo conspira, esta mañana toco mi puerta una amiga querida: Trina Arocha (Premio Nacional Armando Scanonne 2011) y me trajo de regalo el libro: El Manual de la Cocina Venezolana: Panes y Pastelitos. Con una dedicatoria que proviniendo de su pluma ya es un compromiso más para seguir este camino y compartir con ustedes lo que se, aprendí y cada día continuo aprendiendo en el mundo infinito que es cocinar para el cuerpo, la familia, los amigos, y lo más importante para el alma!
Gracias infinitas a la vida por este pre-cumpleaños y  a Trina Arocha por su invalorable y apreciado regalo!

1 comentario:

mavele dijo...

Soy seguidora de tu blog aunque no vivo en Margarita si tengo amigos viviendo allá y siempre les reenvio tus sugerencias. Sobre el libro de Trina te comento que lo compré hace 3 meses y me encantó porque no veo muchos libros de cocina Venezolana en las estanterías. Se ha vuelto una referencia en mi cocina.

Felicidades a ambas y no pares de escribir

Un saludo desde Caracas.