Champagne es una región de Francia, que existe desde mucho antes de prestar su nombre para el espumoso que la hizo famosa en todo el mundo. Allí vivió entre los años 1638 y 1715, el monje Dom Perignon, en la abadía de Hautvillers y fue él que descubrió bebida “mágica” al ser sorprendido por el hecho de generar burbujas en la segunda fermentación en botella.
De él no se conoce demasiado; según parece era un gran maestro de la vitivinicultura que reconocía el lugar de procedencia de las uvas con solo probarlas. Dejó algunas memorias y consejos sobre la manera de escoger las vides convenientes al suelo, sobre la manera de cultivarlas, de mezclarlas y de hacer los vinos. La historia es larga y todo lo que se le atribuye no está comprobado, pero sea como fuere es unos de los mas apreciados vinos creados por el hombre y también el de mayor popularidad.
En Veenzuela apreciamos el Champagne y está presente en las diversas fiestas y celebraciones que realizamos, sin embargo, estamos recibiendo Champagne de Argentina, que nos ha resultado agradable y aceptado y esto también tiene su historia. Comienza en el siglo pasado, durante la segunda guerra mundial cuando no se podía importar desde Francia, se comenzó a producir en Argentina.
Una de las empresas precursoras fue Benegas que llegó a producir 3.200.000 bot que la ubicaban en el primer lugar de la producción en ese país.
En los tiempos más modernos, en el año 1959, la casa Chandon toma la decisión de crear la primera filial fuera de su tierra natal, Francia. Y fue precisamente en Mendoza, Argentina donde se instalaron y en pocos años lograron que el champagne en Argentina fuera sinónimo de Chandon. En la actualidad más de la mitad del consumo de ese país sale de sus bodegas y en Venezuela lo recibimos encantados porque tiene calidad.
Hay que saber que no todos los espumantes se llaman champagne. Este nombre está regulado en Europa como denominación de origen y solo pertenece a los elaborados en esa región, donde nació esta bebida de dioses que acompaña muchas de nuestras celebraciones.
De él no se conoce demasiado; según parece era un gran maestro de la vitivinicultura que reconocía el lugar de procedencia de las uvas con solo probarlas. Dejó algunas memorias y consejos sobre la manera de escoger las vides convenientes al suelo, sobre la manera de cultivarlas, de mezclarlas y de hacer los vinos. La historia es larga y todo lo que se le atribuye no está comprobado, pero sea como fuere es unos de los mas apreciados vinos creados por el hombre y también el de mayor popularidad.
En Veenzuela apreciamos el Champagne y está presente en las diversas fiestas y celebraciones que realizamos, sin embargo, estamos recibiendo Champagne de Argentina, que nos ha resultado agradable y aceptado y esto también tiene su historia. Comienza en el siglo pasado, durante la segunda guerra mundial cuando no se podía importar desde Francia, se comenzó a producir en Argentina.
Una de las empresas precursoras fue Benegas que llegó a producir 3.200.000 bot que la ubicaban en el primer lugar de la producción en ese país.
En los tiempos más modernos, en el año 1959, la casa Chandon toma la decisión de crear la primera filial fuera de su tierra natal, Francia. Y fue precisamente en Mendoza, Argentina donde se instalaron y en pocos años lograron que el champagne en Argentina fuera sinónimo de Chandon. En la actualidad más de la mitad del consumo de ese país sale de sus bodegas y en Venezuela lo recibimos encantados porque tiene calidad.
Hay que saber que no todos los espumantes se llaman champagne. Este nombre está regulado en Europa como denominación de origen y solo pertenece a los elaborados en esa región, donde nació esta bebida de dioses que acompaña muchas de nuestras celebraciones.
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